domingo, 28 de agosto de 2011

Los flamencos piden más proyección

Los flamencos piden más proyección

La mayoría de ellos se unen a la reivindicación de artistas veteranos como Calixto Sánchez o Manuela Carrasco · En Granada los artistas recuerdan que el flamenco se canta, se toca y se baila en toda Andalucía

Manuela De La Corte / Granada | Actualizado 19.08.2011 - 08:52

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El quejío que algunos artistas han trasladado a las puertas del Instituto del Flamenco en Sevilla -antes llamado Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco- suena también en Granada. Si allí las críticas de figuras como Calixto Sánchez, Pansequito o Manuela Carrasco se centran en las "políticas de amiguismo" que sigue esta institución a la hora de contratar a los flamencos, en esta tierra la mayoría de las quejas apuntan al hecho de que "si no eres de Sevilla, parece que no existes".

"La Junta debe mirar a todos lados, no sólo a Sevilla, porque el flamenco ha sido y será siempre universal". El bailaor Manolete se une a la opinión de estos artistas: "No se puede dejar a los veteranos aparcados. A mí me encantan los jóvenes -el bailaor ofrece cursos de baile en su escuela de La Chumbera- pero si la juventud baila, canta o toca la guitarra es porque antes otros muchos lo hemos hecho". El bailaor piensa que debe haber oportunidades para todos.

Ayer mismo el cantaor Curro Albayzín escribió a los compañeros que se están movilizando para expresarles su apoyo: "Están haciendo lo que tienen que hacer porque la forma que tienen de contratar a los artistas en Sevilla es tráfico de influencias. Siempre están los mismos". El granadino, que no obstante cree que ha sido así siempre, considera que todos los partidos políticos "hacen lo mismo en todos lados. Cada uno llama a los suyos. Antiguamente se entendía porque vivíamos en una dictadura, pero ahora en democracia no". Albayzín, que lleva ya casi 60 años en el mundo del flamenco, afirma que nunca ha estado, por ejemplo, en el Festival Flamenco viene del Sur. No pide, dice, "que me llamen todos los años, pero al menos una vez...".

El festival es, al parecer, un claro indicativo del "favoritismo" que se da en el flamenco andaluz. El cantaor Juan Pinilla es uno de los impulsores del manifiesto que los artistas han trasladado a la Junta. Pinilla deja claro que ni se siente "frustrado ni descontento" pues no tiene ninguna queja de cómo le han tratado a él las instituciones pero "siento que tengo que dar la cara. Los criterios de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco no los he entendido nunca. No entiendo cómo Manuel Liñán, que es posiblemente el mejor bailaor de España ahora mismo, todavía no haya formado parte de Flamenco viene del Sur cuando está bailando por el mundo entero. Sin embargo, vemos a artistas repetidos año tras año que casualmente han hecho campaña con el anterior presidente de la Junta, Manuel Chaves". El artista anima a que "comparen y analicen de forma objetiva quiénes aparecen en esas fotos y que vean también sus conciertos".

Pinilla lo tiene claro: "Por supuesto que hay política de amiguismo que no atiende a criterios artísticos". Hay artistas, afirma, como "el maestro Manolete, al que no se le da todo el valor que tiene, cuando es una joya viviente del baile". El joven flamenco apuesta por potenciar más las peñas flamencas y los festivales, "que han disminuido un 80 por ciento", porque hay trabajo para todos. Ahora que el flamenco es Patrimonio de la Humanidad no se puede permitir que "esté en retroceso, en vez de avanzando".

Manuel Liñán pasea por los escenarios del mundo no sólo su enorme calidad como bailaor sino también "el orgullo de ser granadino". Al no recibir nunca ningún apoyo ha llegado a pensar que quizás "por el hecho de estar afincado en Madrid directamente se me descataloga". A pesar de haber mandado propuestas al Festival Flamenco viene del Sur nunca ha sido programado allí. Lo que siente el bailaor es que montajes como el de Tauro, dedicado completamente a su tierra, no se haya podido ver en Andalucía. El artista sólo pide "mayor proyección" a un Instituto que supuestamente se dedica a eso. "No pedimos más que la Agencia nos brinde un espacio donde podamos exponer nuestro trabajo".

Lucía Guarnido expone la misma sensación que Liñán. Tras pertenecer a compañías como la de Eva Yerbabuena o el Ballet Flamenco de Andalucía, la granadina decidió irse a vivir a Madrid: "Muchos artistas de Andalucía oriental se quejan de no recibir de Sevilla ningún apoyo porque parece que si no vives allí no eres andaluz. La Agencia Andaluza debería representar a todos los flamencos andaluces residan donde residan".

Juan Mesas, promotor de flamenco, opina que "el problema del amiguismo es dificilísimo de curar. Un artista debe expresar lo que vale encima de un escenario", pero si no le dan la oportunidad es imposible. Mesas cree que como es lógico "hay que darle un sitio a los artistas veteranos que han hecho una labor por el flamenco pero tampoco se trata de mantenerlos. Los artistas grandes saben que también llega el ocaso en su profesión". Lo que hay que procurar, aconseja, "es tener una seguridad para cuando llegue el momento del retiro". "Todos quieren ser como Enrique Morente o Camarón...". Mesas se refiere a que aunque sea "crudo y duro" reconocer que la labor en activo ha terminado "el final siempre llega". No obstante, cree que la presencia en festivales se puede repartir "y en vez de que uno solo cobre mucho dinero, ese dinero se invierta en más artistas".

Fuensanta La Moneta es de las artistas que piensan que si los flamencos se quejan "será por algo". "En la carrera de un artista vamos consiguiendo las pequeñas recompensas poco a poco y es verdad que hay momentos fáciles y otros difíciles. La situación que estamos viviendo es mala porque la sufrimos todo pero hay que buscar soluciones al problema".

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